lunes, 18 de febrero de 2019

No me salves

No me salves de nada
Dejame con mi demencia
Con lo que soy,
Ni más ni menos.
Pero genuina
Sin disfraces
Ni antifaz.
Con la transparencia de la locura y mi bipolaridad.
Con mis contradicciones
Que son miles, pero mías.
Que confunden, pero me hacen crecer.
Dejame como las flores
Que crecen con sus raíces fuertes.
No me arranques!
No me marchites!
No me quieras para mostrarme en un lindo jarrón adornado,
En el cual luego cedo a morir.
Eso no es vivir.
Por favor, dejame
Que la vida no es tan larga como parece.
Porque aún que el sol a veces me queme un poco en sus campos,
Siempre vuelvo a resurgir.
Sin ser tanto y sin ser poco, pero estoy aquí para vivir.

domingo, 10 de febrero de 2019

La oscuridad

Una noche oscura desperté . No estaba nada claro, ni el cielo, ni el agua, ni yo.
En el bosque se escuchaba solo el viento y el crujir de las hojas secas, con sus ramas ya deshechas. Tal vez como lo estaba mí alma, no lo sé.
Fue entonces que respiré profundo para encontrarme, para saber si estaba vivo.
Supongo que eran como las 3 am, por la posición de lo poco que se veía la luna y por el destierro que sentía. También porque era la hora del diablo.
Pensé que quizás un alma podría venir a buscarme o el mismo. Pero era tan inmensa la soledad y el tiempo, que hasta el mismo diablo le temía. El sabía bien de qué trataba todo ésto.
Luego llegué casi a ciegas pero con mis oídos alerta a la orilla de un lago. A lo lejos veía una pequeña luz, pero no por pequeña dejaba de ser brillante. Fue por eso que tomé un bote medio viejo y subí. Aun así fue todo lo que necesité.
Empecé a temblar! Ese lago era la nada misma y el bote toda mi ansiedad. Con toda la adrenalina de mis miedo tome sus remos y comencé a emprender mi viaje, quizás el final...
El camino no era tan tranquilo, ese bote no era fácil de manejar. Mis angustias persistentes tampoco lo eran en esa oscuridad.
La noche no estaba estrellada como la de Van Gogh, ni el agua estaba tan quieta como para encontrar la paz.
Pero pude comprender que la ansiedad era mi bote, mis angustias las fuerzas y esa luz la libertad.
Yo.

miércoles, 6 de febrero de 2019

Existencia

Y es el vals número 10 de Chopin que resuena en mi cabeza. En ese momento su melancolía y el vaivén de sus notas me llevan a pensar en mis problemas existenciales.
Es ahí cuando subyacen los pensamientos más contradictorios, y más oscuro se puede llegar a decir. Aunque lo oscuro asuste e incomode.
Para ese momento ya floreció lo aprendido, lo vivido, el "cómo debo ser", en lo que se espera, o fui o quién sabe!
Enloquezco nuevamente mientras en mi ventana se acerca un gorrión. Entretanto decodifico mis pensamientos, el caos vuelve a  invadirme por dentro. Es entonces cuando vuelvo a mirar mi ventana y lo que sé es que ese gorrión existe como existo yo.
Y entretanto yo exista podré enfrentarlo todo, con mis demonios y mis glorias.

Lunes Maldito

Todas las mañanas desde ese lunes, miro mis manos agrietadas, envejecidas.
Y mis venas verdes me recuerdan el tiempo que pasó. Las personas, la vida y mis glóbulos rojos inferiores a los blancos. Los cuales denotan mis ojeras.
Mientras las observo recuerdo mi anemia, pero ya no me importaba. Realmente hoy me importa menos. Ya no siento, todo pasa.. pero yo nada siento. Me encuentro paralizada desde ese lunes maldito, mis emociones ya no se dispersan en mi. Busco estremecerme pero no lo consigo. Moría mi madre y aumentaba el dólar, pero en mí nada ocurría. Quería llorar o reír, sin embargo nada sucedía.
Pensé en mi primer amor, en el chico que me lastimó queriendo o sin querer. Intente sentir el confort que sentí alguna vez en los brazos de papá. Pero ya ni él me daba la solución.
Busque sentirme distinta desde ese lunes maldito.
En una de las tantas tarde, mientras viajaba en el colectivo yo cerré mis ojos, el sol traspasaba mis párpados. Imaginé figuras como cuando era niña para poder sentir la emoción desde la inocencia misma.
Pero nunca más volví a tener un sentimiento desde ese lunes maldito. En el que todo sucedió.

jueves, 31 de enero de 2019

Revolución por la noche

Y era su grito de lucha
qué encendía los sueños rotos.
El cansancio de la pobreza
era el disparador.
El mismo que impulsaba sus fuerzas,
salientes de sus venas.
Ya no era sangre lo que corría por su cuerpo,
sino la dignidad y no dejar morir a los suyos.
Eran más de las 3 de la mañana
Y los ojos de todos ellos
impulsaban el verdadero motivo, para no morir.
No había estrategias, no había espejos de colores que pudieran distraerlo del comienzo de su revolución.
Solo había una barba extensa y su aroma a lucha.
La luna era clara, más clara que el claro de luna de Debussy.
Más el silencio de la noche y el fuego ardiente proclamaban la liberación de su pueblo.
Nada ya se podía escapar de tal acontecimiento.
Ni la luna, ni la noche, ni su lucha.

sábado, 1 de septiembre de 2018

Busqué buscarte

Busqué la manera de encontrarte en las profundidades más íntimas,
En la inmensidad de tu alma, que seas mi alter ego.
O quizás en la oscuridad de tus miedos, para encontrar tu inocencia de niño.

Busqué sonrojarme y volverte a mirar, ver la sensibilidad de tu piel y el roce de tus dedos.
Poder sumergirme en tus ojos que miran fijos e hipnotizan.

Busqué los placeres y el deseo que sale de tu boca,
Para conocerte... para encontrarme.
Para sentir la energía que salen de nuestros cuerpos.

Busqué encontrarte en las palabras quizás algo escasas, en lo cotidiano.
Acertar las similitudes y hallar lo contrario.

Dejé fuera el pasado y me aproximé a lo que nos llevaba a la pasión.
Busqué tanto amor, pero solo encontré necedad.

Yo sólo busqué buscarte, pero encontré la nada.
Qué al fin y al cabo lo fue todo.

Alma

Espejos "De deseo somos". Eduardo Galeano

La vida, sin nombre, sin memoria, estaba sola. Tenía manos pero no tenía a quien tocar. Tenía boca, pero no tenía con quién hablar. La vida era una, y siendo una era ninguna. Entonces el deseo disparó su arco. Y la flecha del deseo partió la vida al medio, y la vida fue dos. Los dos se encontraron y se rieron. Les daba risa verse, y tocarse también.